Que lástima. Aquí el drama es que no se respeta el trabajo ajeno. Si se respetase ningún españolito se sentiría con derecho a ROBAR la música. Los discos, desarrollados con tanto esfuerzo por los creadores y que tienen tantos actores implicados: músicos de estudio, productores, técnicos de grabación, fábricas de duplicación de discos y las maravillosas tiendas de discos.
Cuando estos descerebrados se bajan los 15 discos de un autor y se pavonean no entienden que le siguen el juego a los que siempre han tenido TODO. Y es que la música no les sale gratis ni robándola a los creadores ya que los 40 euros de ADSL si que los pagan. ¿A quién? a las grandes corporaciones de telecomunicaciones. Los poderosos del gran capital de todas las épocas que antes invertían en navieras o minas de carbón. Osea arruinan a pobres trabajadores del sector musical para darles ganancia a quienes ya lo tienen TODO.
Y mientras la cultura de nuestro país estalla en mil pedazos.
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