Recuerdo Fahrenheit 451, Ray Bradbury le daba un final perfecto a su novela. Montag, el bombero que huye de su atroz cometido de liberar a la sociedad de la palabra impresa, se esconde en los márgenes de la ciudad, junto al río. Allí, encuentra un grupo de personas que ha decidido personificar los libros que ya no existen, y que recitan fragmentos de las obras para darles, una y otra vez, la vida que les arrebató el fuego. Seres que habitan fuera de la sociedad, en páramos fríos y desolados.
Al oír el nuevo trabajo de Javi Jareño he tenido la misma impresión que cuando Montag, entre los copos de nieve del crudo invierno, se calienta con algún verso de un libro prohibido, o vuelve a la vida alumbrado por textos condenados al olvido. Jareño se mueve en esa difícil línea invisible y necesaria de la solidaridad y la enfermedad mental. Es un terreno incómodo para muchos, que el erige como bandera y agita con dolor y orgullo.
En este caso nos trae doce nuevos temas en los que intercala el catalán y el castellano, composiciones, en su mayoría, arrancadas de la experiencia propia y de una conciencia social que jamás ha abandonado. Una nueva obra trufada de enseñanzas y poemas
donde podemos encontrarnos fragmentos de belleza hiriente, como estos versos de Com un Udol:
“Com un udol voraç, que envolta el mon i fa dels infants buscadors
d´escombraries, de les dones mercaderies.
He trencat els barrots de la gabia per recorrer les estepes
com un udol, com un udol, les estepes com un udol”
(Como un grito voraz que envuelve el mundo y hace de los niños
buscadores de basura, de las mujeres, mercancías. He roto los
barrotes de la cárcel para recorrer las estepas. Como un grito, como
un grito, las estepas como un grito.)
Confesiones como Mis demonios o Depresión. Sentencias como Sabiduría. Regalos como Canción para Anna, un alegato a la dureza del Toc y sus consecuencias en el individuo. Rabia y agradecimiento en H6 Agudos. Un quinteto temático de la
enfermedad mental desde el conocimiento profundo y la mano tendida de quién sabe que sólo la empatía y la mirada limpia, reconfortan.
7 Km2 es un homenaje a su Santa Coloma de un vecino que entiende la unión como una vía de salida, como el ingrediente básico de una sociedad. Jareño un obrero social militante y convencido. De la lucha de nuestros padres, de la protesta vecinal,
del camino del suburbio a la ciudad.
Este cantautor es un tipo que considera que su legado es tu sonrisa, ¿qué más se puede pedir?.
Os dejo con un pareado que me llega como llega la blanca espuma a la costa y te hace entender la importancia de una tarde de sol o la canción de la lluvia en los tejados:
Dame un corazón silencioso y una mirada clara
Dame un corazón silencioso y hazme un sitio en tu barca.
(Dona´m un cor silenciós i una mirada clara
Dona´m un cor silencios i fes-me lloc a la teva barca.)
Adentraos en este territorio de 7 KM2 y 12 canciones, son el pulso herido del poeta Jareño, la lucha de la palabra, la conciencia social del pueblo que crece.
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